martes, 26 de abril de 2011

Enchanted ~ O2.

¿Trace? Trace era un chico encantador cuando lo conocí. En unas vacaciones de mi familia con la de ellos, tuvimos algo, parecido a una relación, pero de todos modos fue uno de los mejores veranos de mi vida. Ahora estaba bastante cambiado, hace tres años no lo veía. Había cambiado su rubia cabellera por un negro azabache, se había perforado y tatuado muchas veces, seguramente por eso no lo reconocí. Pero esos chicos, justamente ahora, los adoraba. Le sonreí y él a mí.

Llegamos a la casa de mi amiga, dejé mis maletas en lo que sería mi nueva habitación. Tenía paredes blancas, una cama de plaza y media pegada a la pared. Además de lucecitas cubriendo de lado a lado. Se notaba que la habían preparado con esmero. Muchos estantes ocupaban espacio, con libros, y con cuadernos en blanco, sabían que me encantaba leer y sobre todo componer canciones y poemas, al igual que a ellos. Digamos que era una familia de músicos.
Después bajé con Miley hacia la terraza, su madre nos llevó jugo y galletas hechas por su criada. Luego se despidió de nosotras. Sus papás se habían divorciado hace poco tiempo, Tish vivía con Brandi y Noah. Mientras que Miley se quedó con su papá, al igual como Braison y Trace lo prefirieron.
Conversamos bastante rato hasta que sonó el celular de Miley,contestó.
Ya estábamos en el auto, después de que me convenció de ir a casa de su novio. Yo no quería ir, no por mala voluntad, sino porque andaba en unas fachas que sólo eran para viajar, además a mí no me habían invitiado, pero como dije, me convenció.
Finalmente llegamos, me quedé perpleja al ver la casa. Si la casa de Miley era gigante y hermosa, esta lo era el triple.
- ¿Estás segura? No quiero entrar ¿y si no les caigo bien? -
- Vamos, Demi. Sólo a un imbécil podrías caerle mal, además, los Jonas son increíbles, de verdad- Me respondió al mismo tiempo que presionaba el timbre.
Nos abrió una mujer de rostro amable - Miley, pasa - mencionó sonriendo y abriéndonos paso hacia el interior de su casa. Ella entró, quedando yo a la vista.
- ¡Oh! Tú debes ser su amiga, em...-
- Demi - dije al notar que intentaba recordar mi nombre.
- Un gusto cariño, pasa por favor -
Está de más decir que la casa era esplendorosa, aún más que su exterior, muebles color crema, paredes beige, era enorme, pero aún así tenía ese aroma a hogar. Ese olor que hace tiempo yo no sentía.
- ¿Podemos subir, Denise? - Dijo Miley volteando a lo que la mujer asintió. - Ven Demi - prosiguió, dirigiendo su voz hacia mí, y corriendo frenéticamente por las escaleras, yo, la seguí.
Era obvio que se sabía cada rincón de esa casa, estoy segura de que podría recorrerla con los ojos cerrados. Se dirigió a una de las puertas del largo corredor que estaba después de una sala de estar con televisores, guitarras, teclados, un piano, una batería, la observé con tanto detalle que no me fijé cuando Miley ya no estaba a mi lado, entonces abrió la puerta, caminé a paso rápido atrás de ella.
- ¡Amor! - mencionó volteándose un muchacho de pelo rizado al sentir el ruido, dejó la guitarra con la que estaba tocando a un lado y se dirigió hacia nosotras, más bien, hacia Miley. Se abrazaron para luego besarse tiernamente, estaba sintiéndome fuera de lugar cuando notó mi presencia
- Tú debes ser Demi - dijo sonriendo, asentí - pasen - siguió mientras tomaba la mano de mi amiga y entraban a la habitación, seguidos de mí.
Después de las presentaciones y de las preguntas como: "¿De dónde vienes?" me sentía más a gusto. Nick, era su nombre. "Disculpen" dijo Miley, y se retiró hacia el baño.
- ¿Me prestas tu guitarra? - mencioné, a lo que él me la pasó. Empecé a tocar una canción que hace mucho había escrito, ni siquiera estaba terminada. Solía escribir, de cosas que ni siquiera me pasaban, supongo que ese tipo de emociones le faltaban a mi vida.
- Cantas bastante bien - dijo, yo le agradecí el cumplido - pero aún no la termino, cambiaré algunas partes, cuando esté lista te la mostraré otra vez, ¿está bien?. - Sonreí al mismo tiempo que Miley volvía a ingresar a la pieza.
Se fue a sentar con nosotros cuando la puerta se abrió y asomó un pequeño y tierno rostro.
"¿Que haces aquí?" dijo Nick. Pero en vez de contestar, el pequeño niño corrió, los chicos rieron.
- ¿Dónde está el baño? - dije poniéndome de pie y arreglando un poco mis pantalones. Seguí las indicaciones que Nick me dio, estaba a punto de entrar cuando escuché voces tras de mí, pero lejanas.
"Nick está con Miley y otra chica en su pieza, es bonita ¿sabes quién es?" alcancé a escuchar, ¿bonita?, bufé y me acerqué más a la puerta de dónde provino esa dulce voz, seguramente del pequeño que antes había visto. La otra voz que se escuchaba era ronca, pero al mismo tiempo alegre, jovial, sexy. Supuse que sería de alguien de mi edad, tal vez mayor, o un niño muy desarrollado.
Estaba, no espiando, sino que escuchando atentamente con mi oído a centímetros de la madera de la puerta, con mi hombro apoyado, cuando ésta se abrió. Y caí, como era de esperar de mi torpeza. Quedé a los pies de unas zapatillas azules. "¡Ten cuidado" me quejé levantándome apenas.
- ¿Perdón? - me contestó una voz algo ofendida - ¿quién eres?-.
Era esa voz, por fin averigué de quién era, al ponerme de pie y alzar mi vista. "Perfecto" fue lo que mi mente dijo al ver su rostro, "perfecto".

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