lunes, 11 de julio de 2011

Enchanted ~ 11.

Estaba sentada, en el jardín, con nada más que mi guitarra y mi voz. Seguía escribiendo mis canciones, en estos días había conseguido un poco más de inspiración, me sentía feliz.
-¡Pero si es la chica más encantadora del mundo!- alcé mi mirada, Nicholas venía entrando, vestía unos jeans oscuros, converse, un bloso y una polera blanca con escote "v", estaba más sonriente de lo usual.
-¡Wow! Si es el segundo chico más lindo de todos- reí.
-¿Segundo, eh? Mi hermano pagará por esto, yo soy mejor- reclamó sentándose al lado mío, sólo seguí riendo.
-Es genial verte mejor, mucho mejor por lo que veo- sonrió -ayer vino Joseph, ¿no?-
-Sí- sonreí aún más, no podía evitarlo. -Gracias-
-¿Por qué?-
-Él sólo vino porque tú se lo dijiste...- dejé mi guitarra a un lado y desvié mi mirada.
-No, Demi. No sé que habrá pasado entre ustedes hace algunos días, pero él estaba destrozado, él sólo quería verte, pero tenía miedo. No sabes cuánto te extrañaba, estaba como en otro planeta. Si él vino, fue porque él quiso.- Volví mi mirada a Nicholas y le sonreí.
-Me encanta tenerte a mi lado, eres un excelente amigo- le di un breve abrazo, y luego volví a dónde estaba.
-Cuando Joe vino... ¿te dijo algo de mi hermano?-
-¿De Frankie? ¿Qué le pasó?- Nick rió
-Nada, y no, de mi otro hermano... Kevin-
-Oh, me ha hablado de él antes, pero, ayer no dijo nada, ¿por qué?-
-Viene mañana, y queremos hacerle una fiesta sorpresa, nos gustaría que estés ahí- En estos días me sentía tan bien, había conocido a pocas personas, pero había hecho unos excelentes amigos... es decir, me había hecho amiga de Nick, y de Joe, podría decirse que éramos amigos, aún.
-¿Estás seguro?, porque Nick, no soy tan cercana a tu familia, y no me sentiría cómoda llegando de repente -
-Vamos, Demi. Sabes que me he encariñado mucho contigo durante este tiempo,  y para qué decir Joe, además no será una reunión familiar, como te dije, será una fiesta-
-Está bien, ¿llevo algo, comida, bebida?-
-Un bikini- Dijo poniéndose de pie y guiñando un ojo.
-¡¿Qué?!- no entendía nada. Él carcajeó.
-Es una fiesta en la piscina- rió - bien, ahora voy a ver a mi novia, si no te molesta-
-No, por supuesto que no- sonreí, me puse de pie yo también, pero fui hacia la dirección contraria. Caminé hasta el parque dónde había estado el día anterior, con mi guitarra en mano, me senté al lado de una fuente de agua ubicada al centro de la plaza.


-¿Y qué tal éste?- dije acomodando el sostén del bikini, y dando una vuelta.
-Ése me gusta, te ves sexy- respondió Miley arrojándome un cojín en la cara, yo se lo tiré de vuelta.
-A Joe le va a encantar- me miró con picardía, yo sólo reí y me sonrojé.
-Eso espero- reímos juntas, yo me puse un vestido ligero encima, y ella un short con una polera holgada.
Alguien tocó la puerta, Miley abrió y su hermano se dejó ver... no tengo idea por qué, pero él igual iba. Con Nick decidimos no decirle lo ocurrido a Miley, o a nadie más, ella ya tenía suficientes problemas en su familia,  queríamos verla tranquila.
Nos subimos al jeep de Trace, él iba conduciendo y Miley a su lado. Yo, iba a en la parte de atrás, sola. Él casi no me dirigía la palabra, había dicho que la herida en sus labios y nariz era por un tropezón que se había dado en la cocina.
Bajamos, tocamos el timbre y nos abrió Paul, el padre de la familia Jonas. Nos invitó a pasar, nos sentamos en el living mientras iba a buscar a su hijo recién llegado. Ya habían varias personas afuera, pero supongo que nos quería presentar primero, pero Frankie llegó primero y se sentó al lado mío. En las semanas pasadas había hablado con él mientras estaba con Joseph, era un niño adorable.
Paul regresó pero esta vez con un muchacho a su lado, y cómo si fuera una sorpresa, era hermoso. Se parecía bastante a su padre, pero tenía su cabeza cubierta de rulos, así como Nick, pero más definidos, tenía una de esas barbas de tres días, y sus ojos eran como un verde que te llegaba directo. Vestía un short para bañarse que le llegaba hasta las rodillas, y una sudadera blanca, con zapatillas blancas.
-Hola, soy Kevin- me besó en la mejilla, a los chicos los saludó amistosamente, porque ya los conocía, hablamos por un momento y luego llegó una chica morena, delgada, con un brillante pelo ondulado café, vestía un corto vestido blanco.
-Ella es mi esposa, Danielle- ambos eran adorables, formaban una pareja que a cualquiera le gustaría parecer con la persona indicada, con alguien a quién de verdad amen.


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